Bitácora en Actos: Mundo Mandarina

domingo, 13 de octubre de 2024

Mundo Mandarina

Una travesía emocional a través de la música y la danza, pero con espacio para crecer.

"Mundo Mandarina", dirigida e interpretada por Paula Basalo y Guadalupe D'Aniello, es una propuesta interdisciplinaria que fusiona danza, música y teatro para contar una historia íntima y vibrante. La premisa de la obra es prometedora: dos mujeres desconocidas se encuentran y descubren que sus historias están entrelazadas, unidas por un profundo amor al arte. Este arte, personificado en la música y la danza, se convierte en un refugio y una vía de escape, un lugar donde soñar y crear es vital.

Lo más destacable de la obra es, sin duda, el poder sensorial de la propuesta. Los cuadros de música y danza están cuidadosamente elaborados, permitiendo que el espectador sienta las emociones, los recuerdos y los sueños de estas dos mujeres. La puesta de luces actúa como un protagonista más, contribuyendo a crear un ambiente envolvente donde las emociones se materializan en colores y formas. La transformación constante del espacio escénico añade dinamismo y creatividad, aportando un toque visualmente atractivo a la narrativa.

A pesar de estas fortalezas, hay ciertos aspectos que pueden desarrollar más profundidad. La dramaturgia, que parece estar más enfocada en lo sensorial que en lo narrativo, sería más efectiva con una estructura más sólida que impulse el desarrollo de esta historia tan bonita. Aunque se presentan tres grandes cuadros temáticos —el origen, el encuentro y el complemento—, la obra podría beneficiarse con un hilo conductor más claro que conecte estos momentos con mayor fluidez.

Las interpretaciones de Paula Basalo y Guadalupe D'Aniello son sinceras y entregadas, pero surge un deseo de ver más protagonismo en el área de la danza, especialmente considerando el talento de Guadalupe D'Aniello como bailarina. Su presencia en escena es cautivadora, y el público se queda con ganas de verla moverse más, de permitir que la danza tome un lugar central en la narración, ya que es notable que ambas cuentan parte de sus vidas. Si bien la música de Paula Basalo aporta una atmósfera envolvente y emotiva, un balance más equitativo entre ambos lenguajes artísticos, la danza y la música, enriquecerían aun más el espectáculo.

En términos de dirección, "Mundo Mandarina" también muestra espacio para evolucionar. El concepto es hermoso, tiene un potencial impresionante.

"Mundo Mandarina" es un espectáculo sensible y bello, que logra transmitir su intención de explorar el arte como refugio y motor de vida. Con una dramaturgia trabajada y una dirección más enfocada, logrará el impacto necesario, pues la propuesta es muy bella. La obra es un viaje conmovedor y multisensorial, que invita al espectador a sumergirse en un universo de emociones a través de la música y la danza. Para ver. (Meche Martínez)