Una puesta inteligente que se alimenta de su estatus de clásico para divertir a nuevos públicos, bajo la dirección de Ciro Zorzoli, brilla con un elenco de grandes comediantes, destacándose Valeria Lois, Paola Barrientos y en su rol de Emilia, Mayra Homar. Esta nueva versión de la sátira de Jacobo Langsner resalta con inteligencia las características más icónicas de personajes que dejaron huella.
El texto original de Langsner, estrenado en
Montevideo en 1962 y rechazado inicialmente, ha encontrado en la película de
Alejandro Doria de 1985 su máxima expresión, convirtiéndose en una obra de
culto. Langsner, un "verdadero dramaturgo del Río de la Plata",
siempre construyó universos dominados por cuestiones políticas y sociales,
plasmadas en ámbitos familiares convulsionados.
"Esperando la Carroza" presenta un retrato
mordaz de una familia argentina, explorando la relación entre diferentes clases
sociales a través de los hermanos Musicardi. La anciana Mamá Cora, eje de la
trama, se convierte en un trastorno para sus hijos, quienes prefieren
ignorarla. Su desaparición desencadena situaciones que muestra la mezquindad de
los personajes, provocando risas y reflexión en el público sobre una realidad
conocida. Los hermanos Musicardi representan un abanico de clases sociales:
Elvira y Sergio como la clase media trabajadora, Antonio y Nora con su estatus
elevado gracias a negocios turbios, Jorge y Susana viviendo en la pobreza, y
Emilia como una viuda indigente.
Zorzoli ha encontrado el tono justo para resaltar
cada personaje, fusionando la vitalidad del texto original con la realidad
contemporánea. El elenco homogéneo lleva un juego interpretativo, que en
complicidad con el público, eleva las escenas notablemente.
Las interpretaciones de Paola Barrientos, Mayra
Homar y Valeria Lois son intensas, acentuando los contrastes entre Elvira y
Nora. Barrientos, en el papel de Elvira, maneja con maestría la comicidad y la
desesperación, mientras que Lois aporta una presencia poderosa y matizada a
Nora. Ana Katz impone un dramatismo
profundo a Susana, quien se ve atrapada en la miseria y el desamparo,
consiguiendo que el público sienta una profunda empatía por su situación.
Pablo Rago, en el papel de Sergio, aporta una
solidez interpretativa que contrasta con la desfachatez de Mariano Torre como
Antonio, quien encarna la corrupción y la ambición desmedida. Sebastián Presta,
como Jorge, destaca por su naturalidad y su capacidad para generar compasión en
el público, mostrando las consecuencias de la pobreza y el abandono.
La escenografía de Tato Fernández, la iluminación de
Eli Sirlin, el vestuario de Julio Suárez y la música original de Marcelo Katz
complementan una puesta que, sin duda, rinde homenaje a Langsner, revitalizando
su obra para nuevas generaciones. La ambientación y el diseño escénico no solo
capturan la esencia de la época, sino que también permiten una conexión con el
presente, haciendo que las problemáticas familiares y sociales resuenen con
fuerza en la audiencia actual.
Esta puesta de "Esperando la Carroza" no solo celebra el legado de Langsner, sino que lo renueva con una sensibilidad contemporánea, ofreciendo una experiencia teatral que es a la vez hilarante y conmovedora, y que invita a la reflexión sobre las dinámicas familiares y sociales que, lamentablemente, siguen vigentes. Para ver!. Muy buena! (Meche Martinez)
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