La lluvia cae como
un murmullo que no cesa, como un tiempo suspendido donde el alma se permite
recordar. Así se abre la escena de Lo que dura la lluvia, la bellísima
obra dirigida con sensibilidad y justeza por una mano sabia —esa que sabe
escuchar a los personajes incluso en su silencio— y que se presentó hasta este
sábado en la sala ÍTACA. Un teatro íntimo para una historia íntima, donde la
memoria no solo es evocación, sino cuerpo que respira, que duele y que espera
ser escuchado.
Diana y Martín,
interpretados con una hondura conmovedora por Laura Otermin y David Paez abrigan, los diálogos se vuelven esquirlas
de un amor que alguna vez fue y ya no puede sostenerse. La lluvia es excusa, es
telón, es atmósfera, pero también es metáfora del tiempo que no cura por sí
solo.
La irrupción de
Roco (Emanuel Moreno Defalco) y Paloma (Luli Zunino) a ese hogar que ya no cobija termina
por abrir la herida. No es un simple giro narrativo: es el ingreso del pasado,
de lo irresuelto, de aquello que se ha querido enterrar pero aún sangra. Ambos
actores se entregan al juego escénico con precisión y pasión, logrando que sus
personajes —lejanos, sí, pero profundamente humanos— se conviertan en espejo y
detonante del drama central.
La dramaturgia de
Laura Otermin es un tejido sutil, poéticamente entramado, donde cada palabra
parece haber sido elegida con una devoción casi artesanal. No hay gritos ni
estridencias. Hay, en cambio, una intensidad sostenida por lo no dicho, por lo
insinuado, por la vibración emocional que se desliza bajo la superficie del
texto como la lluvia que se cuela por la rendija de una ventana mal cerrada.
El vestuario,
diseñado por Jorgelina Herrero Pons, es una joya silenciosa que sitúa con
precisión la época, pero sin robar protagonismo; acompaña, embellece y enmarca,
como el marco justo para un cuadro que respira emoción.
“Lo que dura
la lluvia” es, en
definitiva, un ejercicio de memoria que no se limita al recuerdo: lo habita, lo
interroga, lo transforma. La dirección, firme pero amorosa, sabe cuándo dejar
hablar a los cuerpos y cuándo sostener la pausa justa. El elenco, de una
solidez admirable, sostiene la tensión con entrega absoluta. Y al final, cuando
la lluvia cesa —o tal vez no—, algo en nosotros también ha cambiado.
Porque hay obras
que no se ven, se viven.
Y esta es una de ellas.
HERMOSA PROPUESTA
(MECHE MARTINEZ)
Actúan: Emanuel Moreno
Defalco, Laura Otermin, David Paez, Luli Zunino
Diseño de vestuario: Jorgelina Herrero
Pons
Diseño de escenografía: Jorgelina Herrero
Pons
Diseño De Iluminación: Lucas Orchessi
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