Francisco Lumerman conmueve con sus propuestas
siempre, tiene la virtud de hacer de lo más simple, toda una historia que
emociona y se aplaude de pie. La tristeza y el acostumbramiento, reúnen a esa
madre y esa hija en ese pueblito perdido por ahí, lejos, perdido, de nada y de
nadie. Sometidos a una fantasía propia, están ellos, esos personajes tan
familia, tan íntegros en su realidad y tan clánicos. Parecen sostenidos en el
lenguaje del terror, pero se contienen en un costumbrismo pueblerino que atrae.
En ese único espacio, las criaturas toman vuelo y por mantenerse vivos, son
capaces de todo. El creador de “El amor es un bien”, repite la fórmula: río,
pueblo, casas, ¿naturaleza? Un espacio simple, pequeño, sin estridencias, despojado.
Todo se apoya en los personajes, la historia, la palabra de su autor y la
excelencia de esos actores. La actualidad
creo que es lo que genera la empatía, la desesperación de subsistencia,
de supervivencia, de resistencia aunque cuesten vidas. Nadie queda exento del
dolor profundo, del desasosiego, del miedo, se los ve atravesar todos los
estados, y atravesarse unos con otros y volver a salir. La obra teatral es
fantástica, porque pese a lo tenebroso de los personajes, son queribles y esa
es virtud de su autor - director y talento de los actores. Claudio Da Passano, Malena Figó y Elena Petraglia son
familia, familia de actores, familia de talento y familia de encanto, y
agregaron a Mercedes Docampo que ingresa a este grupo de artistas brillantes de
notable recorrido y logra su destaque. Todo el grupo se ajusta con excelencia a
la palabra de Lumerman. Los monólogos
que tiene Malena Figó conmueven con su interpretación, las expresiones y las
acciones de Elena Petraglia, demuestran que una mirada vale más que mil palabras sin sentido, y ella lo hace.
Claudio Da Passano, encanta, su personaje bondadoso es cuestionable, realiza un
fino trabajo de composición, logra
engañar al espectador al punto de temer por él. Mercedes Docampo, con su
risueña guitarrita y su rol de hija desesperada, encuentra su lugar en escena y
su presencia es muy querible. Es una obra maravillosa, Imperdible. ¡Para ver!
(Meche Martínez)
Una obra de Francisco Lumerman Una planta industrial se instala cerca de la
ciudad a orillas del río. La naturaleza se altera: el río ruge y la Katupirí crece amenazando
arrasar con todos.
Elenco: Claudio Da Passano,
Mercedes Docampo, Malena Figó y Elena Petraglia
Diseño sonoro: Julián Galay
Diseño de luces: Ricardo Sica
Diseño de escenografía y
vestuario: Rodrigo González Garrillo
Fotografía: Manuela de Miguel y
Rodrigo Illescas (al final de la gacetilla)
Diseño gráfico: Martín Speroni
Prensa y difusión: Carolina
Alfonso
Asistencia de dirección: Manuela
de Miguel
Producción ejecutiva: Zoilo
Garcés y Cecilia Santos
Dramaturgia y dirección:
Francisco Lumerman
Esta obra resultó ganadora del premio ARTEI 2018 a la producción teatral
independiente.
Es una producción de Moscú
Teatro Escuela.
Funciones: lunes 20.30 hs.
MOSCÚ TEATRO
ESCUELA
Camargo 506, Villa Crespo
Entradas: $ 350 y $
250 (descuento estudiantes y jubilados)
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