Desde el primer
instante, la pieza nos envuelve en una atmósfera que oscila entre lo íntimo y
lo universal, donde el subtítulo, "Hay un animal que vive en mí y cada
orden lo hace más salvaje", cobra vida con una fuerza avasalladora. El
texto de Sandra Frazen es un tejido de palabras que fluye como un río
de conciencia, revelando las pulsiones más profundas, los deseos más acallados,
las obsesiones que nos definen y los sueños que nos impulsan. Es una
dramaturgia que acaricia el alma y la sacude a la vez, con una sensibilidad que
pocos logran alcanzar.
Pero si el texto
es el alma de "Maldita", las actuaciones son su latido vibrante. Toti
Bengoechea emerge en escena con una inmensidad que la consagra como una
actriz protagónica y madura. Su interpretación es un torbellino de emociones
contenidas y liberadas, una danza sutil entre la fragilidad y la fortaleza, que
nos hipnotiza y nos conmueve hasta lo más hondo. A su lado, Vando Villamil
irrumpe con un descollo brutal de campesino, un arquetipo que trasciende la
simple representación para convertirse en un eco de la tierra, de la lucha y de
la dignidad. La química entre ambos es palpable, un diálogo mudo de miradas y
gestos que eleva la pieza a cotas insospechadas. Y el joven Felix Santamaría
completa este tríptico actoral con una promesa fulgurante, mostrando con una
sutileza asombrosa los valores, los deseos, las obsesiones y los sueños que
atraviesan todos los estratos sociales, revelando la universalidad de la
condición humana.
La escenografía y
vestuario de Marcelo Valiente, a pesar de su sencillez aparente, es una
declaración de principios. Un espacio que se ilumina junto con el arte de Agnese
Lozupone y donde cada elemento, cada sombra, parece cobrar vida propia,
dotando a la pieza de una credibilidad absoluta. Es un lienzo en blanco que las
actuaciones y el texto se encargan de pintar con colores vibrantes, creando un
ambiente que es a la vez despojado y profundamente evocador. El espacio es siempre
cómplice del ingenio de Valiente, no solo aclara sino que también abraza,
realza y revela las capas más íntimas de la narrativa.
La dirección del Indio
Romero con Sebastían Vigo como director Asociado, es, sencillamente, brillante. Con mano firme pero a la vez delicada,
teje cada elemento de la obra en un tapiz coherente y emocionante. Logra que
cada actor alcance su máximo potencial, que cada palabra cobre un sentido
trascendente y que la obra respire con un ritmo propio, hipnótico y envolvente.
Es una dirección que respeta la poesía del texto y la potencia de las
actuaciones, transformando la experiencia teatral en un regalo para los
sentidos y el espíritu.
"Maldita"
es, en definitiva, una joya escénica que se disfruta de principio a fin. Es una
obra que no solo nos cuenta una historia, sino que nos invita a sentirla, a
vivirla, a reflexionar sobre la naturaleza indómita que habita en cada uno de nosotros.
Una pieza teatral que, con su belleza poética y su mensaje, se erige como un
testimonio vibrante de la capacidad del arte para conmover y transformar. Un
domingo de teatro que se convierte en un recuerdo imborrable. (Meche Martinez)
TEATRO PICADERO, 16 hs,
Domingos, Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857 CABA
Gracias Meche querida!!
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