lunes, 26 de mayo de 2025

Vestido de Mujer – por segunda vez

Hay obras que se ven, se aplauden y se olvidan. Y hay otras que se sienten como un llamado interior, como un canto que nos reconoce. Vestido de Mujer no es solo un espectáculo: es un rezo colectivo, un ritual escénico donde las mujeres se visten de historia, de poesía y de fuego. Es memoria encarnada. En ese altar que es el escenario, la palabra luminosa de Francisco Pesqueira —suave, precisa, honda— atraviesa los cuerpos como un río de luz. Y Emiliano Samar, con su batuta invisible, dirige un aquelarre de voces que no interpretan: habitan.

Yamila Ulanovski inaugura el ritual como un relámpago. Su Alfonsina Storni no es homenaje, es presencia viva. Su decir vibra, su cuerpo late; no representa, reencarna. Jazmín Ríos irrumpe como un cometa pop. En su Raffaella Carrá hay ironía, ternura y una potencia que se queda flotando en el aire, como un perfume inolvidable, es notablemente su momento.

Ana Padilla es proa y timón. Esta vez encarna a Cris Miró desde un silencio tembloroso, como un susurro de alas en metamorfosis. En la prosa poética de Pesqueira, Cris resurge como mariposa de carne, deseo y ternura invicta. Ana sostiene ese vuelo con una delicadeza feroz, sin estridencias, con la hondura justa de quien sabe que un gesto puede encerrar un universo. No actúa: florece. Y hay algo sagrado en esa escena, como si la Cris de todos, la Cris de nadie, volviera a mirarnos desde el centro exacto de nuestra emoción.

Gabriela Villalonga conmueve profundamente. Su Rosa Parks no es una postal del pasado: es una mujer viva, cansada y digna, que sostiene con la mirada toda la fuerza de la resistencia silenciosa. Cada gesto suyo lleva el peso de una historia que se alza desde la calma. Y luego, en un giro de pura entrega, su Camila O’Gorman aparece como carne abierta de memoria y pasión. No interpreta: se ofrece. Villalonga pisa fuerte, con una presencia que irradia verdad y una sensibilidad que estremece.

Claudia Pisanu desgarra, emociona, desborda. Su Camille Claudel no es solo una evocación: es una revelación poética, una presencia viva que brota del silencio y la sombra para reclamar su lugar en la memoria. Pisanu la descoce en escena con una entrega total: con su cuerpo, con su voz, con su mirada encendida y una sensibilidad que eriza la piel. Pisanu brilla con una fuerza que no busca imponerse, sino conmover desde las entrañas. Su decir es música rota y reconstruida, cada palabra una piedra tallada con amor y furia. Su canto no embellece: ilumina, sangra, grita desde adentro.

Paula Basalo (música reconocida) le canta a Chavela Vargas con guitarra entre los dedos y coraje en el pecho. Pero no solo canta: respira con ella, la honra desde un lugar donde la voz se vuelve grieta y abrazo. Su interpretación es una mezcla precisa de respeto y libertad, como si cada nota fuera una carta escrita al alma de Chavela. Tiene la capacidad de decir cantando, de narrar con silencios, de sostener el temblor de una mujer que desafió al mundo con voz ronca y corazón a la intemperie. Paula no imita: encarna el espíritu salvaje y tierno de Chavela, y al hacerlo, se convierte ella también en fuego que arde sin quemar.

Guadalupe D’Aniello baila como si sus pies tuvieran alas y sus entrañas, fuego. Pero su danza no es solo técnica: es latido, impulso, vuelo contenido que se desata. Cada movimiento suyo es una declaración de amor al cuerpo como instrumento poético. Hay en ella algo ancestral y, al mismo tiempo, profundamente contemporáneo. Puede ser brisa o vendaval, tierra o relámpago. Su danza dialoga con las palabras, las potencia, las eleva. Guadalupe no se limita a interpretar con el cuerpo: narra con él, lo transforma en una geografía donde la emoción se vuelve coreografía del alma.

Todo vibra, además, con una música que abraza, que acompaña sin invadir. El piano de Martin Tello es ritmo, emoción, suma y sostiene más que acompañar, excelente y brillante músico que las sostiene.

Vestido de Mujer, Premio Ace 2024 es una ceremonia. Un espejo que nos devuelve lo que somos cuando dejamos de temer serlo. Un coro de mujeres que no pide permiso para brillar. Una experiencia que, como los grandes amores, se vive más hondo en la segunda vez: más cerca, más verdadera. Brillante! para que la magia se repita con este mismo elenco. Excelente! (Meche Martínez)


Dramaturgia
: Francisco PesqueiraEmiliano Samar

Actúan: Paula BasaloValeria Guadalupe D´anielloAna PadillaClaudia PisanuJazmin RiosYamila UlanovskyGabriela Villalonga

Poesía: Francisco Pesqueira

Músicos: Martin Tello

Diseño de vestuario: Sandra Li

Diseño de escenografía: Carlos Di Pasquo

Diseño De Iluminación: Malena Miramontes Boim

Fotografía: Gianni Mestichelli

Asistencia técnica: Nuria DieguezEunice Medina Suarez

Asistencia de dirección: Nuria DieguezEunice Medina Suarez

Prensa: Paula Simkin

Dirección: Emiliano Samar

Agradecimientos: Maru AndradaMonina BonelliAle CasavalleCholu DimolaMariana FidalmeMarta GalloNora LafonClara Pizarro PandoJorge Sánchez Mon

PATIO DE ACTORES
Lerma 568 
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4772-9732
Web: 
http://www.patiodeactores.com
Entrada: $ 15.000,00 - Domingo - 19:00 hs - Hasta el 01/06/2025

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