Como sea habrá premio, ya están dentro de los Premios Ace su autor, su actor y un cúmulo de esperanzas para quien vimos esta belleza llamada El brote.
Emiliano Dionisi, este joven valor del arte, volvió a
juntarse con Roberto Peloni luego de Cyrano de más acá y Huesito caracú. Nadie
olvida ni versiones ni interpretaciones, será porque esta dupla artística es
una fórmula única.
Dionisi vuelca toda la historia sin reparos ni ocultar
un mínimo de realidad, Peloni se desarma en escena por llevar a cabo la interpretación
más sublime vista por mí, que llevo muchas obras en mi recorrido. El actor compone
ciertos personajes que siempre considera menores, pero que los despliega comprendiendo
y entendiendo que sus apariciones son importantes, pues trata de sentir que “ningún
personaje es chico”. Pero se siente y duele esa falta de reconocimiento,
entonces aprieta acciones, agudiza su presencia tanto en ensayos como en charlas
con sus colegas, respetando y acatando las decisiones del director, con quien
siempre se tiene divergencias.
“El brote” no
puede tener mejor título, pues muestra el despliegue inmenso que realiza un
actor para lograr su lugar en el arte, y el creador Roberto Peloni, lo muestra
de un modo tan único, de tanta entrega, de tanta emoción que dan ganas de saltar
la butaca y abrazar a ese intérprete, porque al fin y al cabo él es el actor, y
sabe la realidad de lo que escribió con tan hermosa pluma Emiliano Dionisi.
Lo distintivo y conmovedor es el recorrido que hace Peloni por breves fragmentos de Sueño de una noche de verano y Hamlet, de William Shakespeare; Antígona, de Sófocles, para finalmente reparar en un momento del monólogo de Segismundo, en La vida es sueño de Calderón; ese tiempo escénico le da una relevancia a ese debate que realiza y nos cuenta sobre sus compañeros, sobre las decisiones del director y hasta ese punto en el cual “El brote” se entiende. Cuántas veces hemos visto la mediocridad en primera línea, cuando la verdadera actuación se veía en ese meritorio entrepatas.
Emiliano Dionisi lo cuenta todo allí, y mete clásicos para
que esta crítica aguda sea mas dulce, pero la verdad es que no deja nada afuera
y eso hace bien. Roberto Peloni compone e interpreta como uno de los mejores
actores de la escena nacional que ES, esta verdad acida, cruda, voraz y real que
escribió su también director.
La pérdida, la dignidad, la integridad que va
mostrando con el correr del tiempo que vuela (90 minutos), se va reescribiendo en
el cuerpo con esa actuación Peloni, quien se quiebra luchando por existir y
mantendrá ese personaje hasta el final.
El brote es
inmenso, sin duda es una gran gran gran obra, con una dramaturgia impecable, la
de Emi Dionisi y una actuación memorable, la de Roberto Peloni. ¡Esa dupla
siempre es arte e inolvidable, así que no te la pierdas… Excelente! (Meche Martínez)
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