jueves, 18 de agosto de 2022

Una muerte compartida

El público habla en el hall post obra y coincido, me emociono, entiendo todo. Esta propuesta hecha obra teatral lleva una causa que DEBEMOS ACOMPAÑAR… #DóndeestáTehuel. La importancia de la temática hizo que ya, vislumbrando el recorrido, uno pueda prestar atención desde el comienzo y soportar la tensión que va subiendo, junto a las grandes composiciones que se despliegan en escena. Todos abrazados por un libro sentido, profundo y realista de Paolo Giuliano, que tan bien dirige su propia creación.

Con estructura de road movie, el dramaturgo intenta mostrar la historia de una ausencia en presencia, lo que provoca la mentira y lo que puede llegar a sentir quien es muy diferente en un pueblo que pretende mostrarse iguales. Ante cada secuencia se ve claramente que no hay similitudes, todos tenemos nuestra particularidad que nos distingue.


En “Una muerte diferente”, la madre que interpreta con gran contundencia Patricia Rozas, lleva la historia con un estilo sostenido y empático a pesar de su lugar, es tan buena su composición que hasta se la comprende. Igual es inevitable sentirnos conmovidos con el hijo que recrea Sergio Janusas y contenidos por la ternura de la hermana, Laura Correa. Y he aquí los vecinos (Luciano Diani y Facundo Salomón), ellos hacen con encanto siniestro el detonante de una verdad silenciosa, en ese clima pueblerino, esa realidad dolorosa, de injusticia y de necesaria contundencia. Un final que ninguno de los espectadores presentes espera... eso hace quizá que “Una muerte compartida” ES la obra de género que necesitamos ver todos, todas y todes sin dudas. Muy buena! (Meche Martínez)


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