El teatro clásico, Segunda Guerra
Mundial, Shakespeare, los artistas, el fascismo, los ataque, “El
vestidor”. Bonzo y Norman, una dupla
insuperable, un actor insoportablemente talentoso, lleno de exigencias e
histrionismo y un obsesivo asistente, que estar cerca de su empleado, lo coloca
en un lugar de privilegio, lo sabe. El intérprete esta vez es Jorge Marrale, y
su “vestidor” es Arturo Puig, y la dupla que generan los dos, en el Paseo La Plaza , en la
Sala Pablo Picasso, es explosiva, y será
inolvidable. Se completa el elenco con Gaby Ferrero (sostenida esposa de
Bonzo), Belen Brito (que bien evoca a la actriz joven de la compañía) y Ana
Padilla (la fiel productora, que se corre de lo que se debe), y el espectador,
disfruta lo simbólico como justo. “La verdad es la realidad” se dice, y aquí
esos personajes, muestran una similitud muy íntima con lo que ocurre con los
célebres actores, sus asistentes y su entorno. Dentro de la representación de
Rey Lear, en un teatrito de por ahí, se sucede la acción, pero la historia que
marca un universo especial en esta obra, que lleva tantas versiones, hace la
diferencia, en esta puesta que tan bella mirada le impuso Corina Fiorillo, su
directora. Esta creativa sigue haciendo de cada versión, una única puesta, la
de ella, la que siente, percibe, cree y así la lleva a escena. Marrale, Puig,
Ferrero, Brito y Padilla, tienen un talento maravilloso, que en manos de
Fiorillo, vuelve a suceder el encanto. ¡Excelente apuesta! (Meche Martínez)
Autor: Ronald Harwood. Dirección: Corina Fiorillo. ACon:Arturo Puig,
Jorge Marrale, Gaby Ferrero, Ana Padilla, Belén Brito. Iluminación: Ricardo Sica. Escenografía: Gonzalo Córdoba Estévez. Vestuario: Silvina Falcón. Funciones: Miércoles
a domingo.Teatro: Complejo
La Plaza.
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