¿Por qué matar al jorobado? Solo quien ha habitado la soledad y el desconcierto puede comprenderlo. En esta versión, Claudio Pazos ofrece una interpretación magistral, de una precisión casi obsesiva, donde cada gesto, palabra y silencio son bisturí y herida a la vez. Con un virtuosismo corporal y emocional admirable, transita todos los cuerpos de la historia: el asesino, la amada y el propio jorobadito, en un despliegue que es pura metamorfosis teatral.
La dirección de Jorge Diez sostiene con
delicadeza y profundidad esta travesía oscura, dotando de ritmo y tensión a
cada instante. Su mirada, poética y rigurosa, transforma el espacio reducido en
un universo de resonancias interiores.
La intervención coreográfica de Mecha Fernández
aporta esa sensibilidad y brillo que amplifican el drama desde el movimiento:
una danza entre la culpa, el deseo y la monstruosidad.
Con mínimos recursos escénicos, El Jorobadito
se vuelve un rito íntimo y estremecedor.
Una pieza que confirma que el teatro —cuando es verdadero— puede transformar la
locura en belleza. Teatro en su estado más puro. (Meche
Martinez)
Intérprete: Claudio Pazos. Dirección: Jorge Diez. Diseño Coreografía de Mecha Fernández . Es en El excéntrico 18 (Lerma 420; CABA.) @elexcentricodela18
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