En "Lo que se pierde se tiene para siempre," Anahí Berneri
toma las palabras de Alejandra Kamiya y las convierte en un tejido escénico que
resuena con melancolía, intimidad y el peso de las emociones no expresadas. La
obra, basada en los cuentos de Kamiya de Los árboles caídos también son el
bosque y El sol mueve la sombra de las cosas quietas, nos invita a un viaje
introspectivo donde la familia es a la vez refugio y abismo.
La historia nos presenta a una madre perdida en un espacio mental inalcanzable, un padre que encuentra más consuelo en sus maderas que en las relaciones humanas, y una hija que lucha por mantener unidas las piezas fragmentadas de su vida. Las ocho cuadras que la separan de sus padres se transforman en una metáfora de la distancia emocional que intenta reducir, trayendo consigo ollas de comida, fotos y sobres con dinero, en un esfuerzo desesperado por restablecer una conexión que parece desvanecerse.
El trabajo de Berneri al soplar vida en estos personajes es impresionante. Cada gesto, cada silencio, se siente cargado de significado, subrayando la sutil complejidad de las relaciones humanas. La escenografía, austera pero evocadora, refleja el vacío y la desolación que impregnan la narrativa. Las maderas del taller del padre, tratadas con un amor casi obsesivo, se convierten en símbolos de las barreras que estos personajes han construido a su alrededor.
Las actuaciones son profundas y contenidas, especialmente la de la hija, que lleva el peso de la obra sobre sus hombros. Enrique Amido, Marita Ballesteros, Sofía Gala Castiglione y Camila Marino Alfonsín logran transmitir la angustia de alguien que se enfrenta a lo irrecuperable, y su esfuerzo por mantener a flote a su familia es conmovedor. La dirección de Berneri resalta la delicadeza de las emociones, evitando caer en sentimentalismos fáciles y dejando que el dolor se filtre de manera natural y poderosa.
"Lo que se pierde se tiene para siempre" es una obra que nos recuerda la fragilidad de los lazos familiares y la lucha por mantenerlos vivos, aun cuando todo parece perdido. Es un retrato poético y doloroso de la condición humana, donde lo no dicho y lo no hecho pesa tanto como lo expresado. Muy buena. (Meche Martinez)
Idea: Javier Berdichesky, Alejandra Kamiya
Dramaturgia:
Javier Berdichesky, Andrés Gallina
Actúan:
Enrique Amido, Marita Ballesteros, Sofía Gala
Castiglione, Camila Marino
Alfonsín
Diseño de
vestuario: Roberta Pesci
Diseño de
escenografía: Lü Carnicero
Realización de
escenografia: Burdel De Objetos
Música original:
Jackson Souvenirs
Diseño De
Iluminación: Iván Gierasinchuk
Asistencia de
dirección: Carolina Fernández
Producción
ejecutiva: Dumont4040, Dumont4040literatura, Anahí Berneri
SANTOS DUMONT 4040, VIERNES 20: 00 HS
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