Y uno va al Teatro Picadero y siente que el debut de este dramaturgo debía ser ahí, en nuestro querido Pica. La sala llena cumpliendo los protocolos de esta época, la ansiedad a pleno y las ganas de que “sea buena”, fue de todos los críticos que decidimos acompañar ese estreno. No era uno más, era de nuestro gran colega Víctor Hugo, tenía que salir todo bien y así fue.
El contenido de la
historia es esa que alguna vez cualquiera vivió en la realidad, pero hecha
teatro logra una magia diferente y el código que propone su autor, nos sumerge
en el humor, en la ironía, en la acidez, y en una dinámica veloz que no se para
de reír, aunque uno sabe que el amor duele, así, como en “El reproche”.
Ese texto
comprimido e intenso, tan despojado y tan concreto, lo aprieta con una
dirección exacta y visual Julieta Otero. Pero es fundamental este trío tan
amado para contar la historia, entonces aparecen Malena Figó, Claudio Da
Passano y Mayra Homar, comprometidos con la escena desde grado 0. Claro, si hay
artistas capaces para descollar en teatro son ellos, y ahí arranca el triunfo,
esta gran convocatoria. Male, Dapa y Mayra, como le decimos en la familia de
artistas, son grandes comediantes y grandes intérpretes del drama, entonces
nadie mejor que ellos para mostrar el miedo a la soledad, el dolor y la
frustración con un ritmo único en la interpretación de este género.
“Es preferible reír que llorar”,
dice la canción, y en “El reproche” uno pasa por esos estados de ánimo todo el
tiempo, pero la excelencia esta en que por empatía, por cariño, por compromiso
ningún espectador queda fuera, y esa es la magia. La magia que producen su
autor, sus artistas, su directora y todo el equipo que con compromiso
memorable, arman este grupo artístico que hace que esta obra funcione.
Tengo muchas horas en teatros,
pero ver este nivel de energía puesta en
Cariño, solo la produce una cadena de afecto que quiere que esta pieza teatral
funcione. Esto lo mueve El amor, como el que tiene la dramaturgia “El
reproche”, que muestra a esta pareja, despojada, real, viva y así desnuda,
comparte la experiencia.
Muy buena. Para ver y volver a ver. (Meche Martínez).
Una perlita: Las manos arriba de Víctor
Hugo en el estreno, fue esa emoción final y la certeza de la misión cumplida.
Dramaturgia: Víctor Hugo Morales. Dirección: Julieta Otero. Intérpretes: Malena Figó, Claudio Da Passano y Mayra Homar. Escenografía: Ariel Vaccaro. Vestuario: Ruth Fisherman y Andy Piffer. Música: Mariano Otero y Tomás Merello. Voz en la canción: Carlos Casella. Coreografía: Anita Gutiérrez. Asistente de dirección: Camila Sartorio. Producción: Marina Glezer. Teatro: El Picadero. Funciones: Jueves, a las 20. Duración: 60 minutos.
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