Bitácora en Actos: Las lágrimas de los animales marinos

martes, 11 de febrero de 2025

Las lágrimas de los animales marinos

-La poética de lo imposible en el Teatro Cervantes-

En el Teatro Nacional Cervantes, Toto Castineiras nos sumerge en una obra que es un oleaje de melancolía y enigma, una pieza que trasciende el tiempo y la memoria para navegar en la reconstrucción de lo imposible. Las lágrimas de los animales marinos es un poema escénico de una densidad hermosa, un intento de nombrar lo que se escapa, de darle cuerpo al eco de lo que alguna vez fue.

La dramaturgia de Castiñeira se despliega con una cadencia propia del vaivén del mar. El texto es un quejido contenido, un murmullo que resuena entre la vastedad de la escenografía móvil diseñada por Gonzalo Córdoba Estévez, que transforma el espacio en un litoral suspendido en la incertidumbre. Es aquí donde los actores transitan la fina línea entre el tiempo detenido y la evocación que se resquebraja en fragmentos de recuerdos imposibles de fijar.

Las actuaciones de Payuca, Angeleri y Jorge Thefs atraviesan el escenario con una presencia etérea, pero profundamente carnal, como si sus cuerpos fueran el último anclaje de una historia que se resiste a desaparecer. Cada gesto, cada movimiento está acompañado por la coreografía dinámica de Luciana Acuña, que da a la puesta un ritmo orgánico, como si la misma obra respirara con el latido de la marea.

La iluminación de Alejandro Le Roux potencia la sensación de un espacio que muta entre la ensoñación y la desolación. La luz juega con las sombras de los personajes, proyectándolos como reflejos de una ciudad abandonada al clima incierto, atrapados en un limbo entre estaciones, entre recuerdos. El vestuario de Daniela Tatiana refuerza esta atmósfera, con texturas y colores que evocan la humedad de un puerto olvidado y el frío de una costa vacía.

Los intérpretes, entre los que se destacan Chacha Alvarado, Guillermo Angelelli, Gregorio Barrios, Gonzalo Carmona, Payuca, Ignacio Torres y un ensamble de enorme compromiso escénico, construyen un entramado coral donde la individualidad se diluye en una polifonía de voces y silencios. Boris Bakst, Oliver Carl, Rocío García Loza, Lucía Gómez, Julieta Laso, Lucio Mantel, Marcelo David Martínez, Maximiliano Más, Damián Pleitto Castillo, Ezequiel Posse, Julieta Raponi y Consuelo Rodríguez Fierro completan un reparto que sostiene la densidad de la propuesta con una entrega conmovedora.

La dirección de Castineiras orquesta con maestría este universo flotante. No hay una narrativa clásica que atrape al espectador en la lógica del relato, sino una experiencia sensorial que se despliega con la cadencia de las olas. La obra no busca respuestas; nos deja, en cambio, la certeza de lo efímero, de la imposibilidad de retener el agua entre los dedos.

En tiempos donde el teatro parece obligado a ofrecer certezas, Las lágrimas de los animales marinos es un acto de resistencia poética, una propuesta que nos recuerda que el arte no siempre está para explicar, sino para invocar. Y en esa invocación, el Teatro Cervantes reafirma su compromiso con la exploración de lo sensible, con la belleza de lo inasible. Un acto honesto de patriotismo, un teatro nacional que sigue apostando por la profundidad del lenguaje escénico y la memoria de lo imposible. (Meche Martinez)