La obra se
articula desde un género evocativo, en el que la vida personal de la intérprete
se convierte en el punto de partida para una exploración más amplia de los
sacrificios y exigencias que define a la meritocracia, no solo en el deporte,
sino en la vida. Gabi Parigi brilla en el escenario, desplegando un lenguaje
tragicómico que mezcla el humor más ácido con momentos de vulnerabilidad
extrema, haciendo de su cuerpo –ese cuerpo entrenado para la perfección– un
vehículo de emociones que traspasa las barreras de lo físico.
El podio, símbolo
tanto de gloria como de sacrificio, es resignificado aquí como un altar
contemporáneo, donde los éxitos individuales esconden las luchas internas de
una niña que carga con la presión de su entorno. Las preguntas que plantea la
obra –sobre el peso de las expectativas, el miedo a fallar y el sentido de la
identidad más allá del triunfo– resuenan en lo colectivo y hacen que cada
espectador reflexione sobre sus propias vivencias en busca de la aprobación
ajena.
El espectáculo
combina de manera magistral elementos de teatro físico, acrobacia y texto,
logrando un ritmo envolvente que mantiene al público entre el asombro y la
risa. Parigi demuestra no solo ser una actriz excepcional, sino una artista
integral que transforma el escenario en un espacio de catarsis, humor y verdad.
Su humor, tan personal como desgarrador, hace que incluso los momentos más
oscuros estén cargados de una ironía liberadora que invita a reírnos de
nuestras propias heridas.
La dirección de
Flor Micha aporta un delicado equilibrio, logrando que la propuesta no caiga en
excesos emocionales, pero sí conserve su fuerza evocadora. Es un biodrama que
conecta de inmediato con el espectador y que, desde la honestidad brutal de su
intérprete, abre un debate necesario sobre los límites del éxito y las
exigencias sociales que imponen a nuestros cuerpos y mentes.
En definitiva, Consagrada, el fracaso del éxito no solo es una obra brillante en su propuesta y ejecución, sino que también es un valiente testimonio de vida que invita a cuestionarnos qué hacemos con nuestras propias zonas sagradas y sacrificios. Un espectáculo que emociona, conmueve y queda resonando mucho después de que las luces se apagan. Meche Martinez
- Autoría:
- Flor Micha, Gabi Parigi
- Intérpretes:
- Gabi Parigi
- Piano:
- Santiago Martínez
- Vestuario:
- Sharon Luscher
- Iluminación:
- Laura Saban
- Objetos:
- Sharon Luscher, Flor Micha, Gabi Parigi
- Redes Sociales:
- Belisa Torres
- Video:
- Fernando Sánchez
- Música:
- Juan Barone
- Fotografía:
- Macarena De Noia
- Comunicación:
- Marcos Mutuverría
- Diseño gráfico:
- Lima Laimagendelosartistas
- Entrenamiento vocal:
- Silvina Garcia
- Mezcla:
- Juan Barone, Julián Scarinci
- Producción:
- Emilia Cortelletti, Gabi Parigi
- Dirección:
- Flor Micha
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