sábado, 17 de agosto de 2024

El cuerpo anímico


La obra de Mariela Asencio siempre ha sido brillante. Nunca he salido del teatro insatisfecha después de ver una presentación en la que ella participe como protagonista, dramaturga, directora, o en esos tres roles a la vez, porque Asencio es así: una trabajadora incansable y completa. Sin embargo, en "Un cuerpo anímico" ocurre algo especial que marca un giro en su carrera. No es solo la verdad que transmite la propuesta, sino la entrega total y brutal que Asencio despliega en escena, exponiendo su alma y su experiencia sin reservas.

Todos hemos tenido una madre, una amiga o, como en mi caso, hemos transitado por un camino similar, acompañando en las primeras dos experiencias y, gracias a la vida, superando la última. Pero la VERDAD que esta obra ofrece, una verdad que sana a TODOS, es algo que nunca había visto en mis 28 años como amante compulsiva del teatro. Por eso, desde mi perspectiva crítica, afirmo que esta es, sin duda, LA OBRA DEL AÑO.




La critica

"Un cuerpo anímico" es un testimonio poético sobre la intersección de la enfermedad y la vida diaria, llevado a escena con una sensibilidad y profundidad que conmueve desde el primer instante. Mariela Asencio, quien también actúa en la obra, nos entrega un retrato íntimo y crudo de la relación entre una madre y su hija, envueltas en un cotidiano atravesado por la enfermedad. La dirección de Paola Luttini brilla al crear un espacio donde lo anímico y lo físico se entrelazan en una coreografía emocional que trasciende la simple representación teatral.

Asencio encarna a una hija que, mientras lucha con su propia fragilidad, se enfrenta a la monumental tarea de cuidar a su madre, interpretada con una calidez desbordante por Cristina Maresca. Maresca, en su papel de madre, ofrece una interpretación que va más allá de lo anecdótico, entregándonos una figura que, aunque debilitada por la enfermedad, no pierde su fuerza anímica. Su presencia es un ancla emocional en la obra, que refuerza la dualidad entre lo que el cuerpo puede y lo que el alma desea.

La dirección de Luttini es un elemento clave que eleva la narrativa. Su habilidad para manejar los tiempos y el espacio escénico permite que la historia fluya con un ritmo que, aunque marcado por la tristeza, también tiene momentos de esperanza y ternura. Las transiciones entre lo íntimo y lo universal, entre el amor y el dolor, son tratadas con una sutileza que hace que el espectador se sienta parte de esa relación tan particular entre madre e hija.

El guion, también de la autoría de Asencio, es una reflexión sobre nuestra relación con la enfermedad en una sociedad que idolatra la productividad ilimitada. Las preguntas que plantea —¿Cómo se relaciona un cuerpo enfermo con este mundo? ¿Cómo se enfrenta lo finito en un mundo que se cree ilimitado?— son profundas y actuales. La obra no ofrece respuestas fáciles, sino que nos invita a un espacio de introspección sobre nuestra propia vulnerabilidad y la manera en que enfrentamos la fragilidad humana.

"Un cuerpo anímico" es, sin duda, una de las piezas teatrales independientes más destacadas del año. Su capacidad para tocar el alma del espectador, su interpretación honesta y la brillante dirección de Luttini hacen de esta obra una experiencia teatral imprescindible. Mariela Asencio y Cristina Maresca nos recuerdan que, incluso en los momentos más oscuros, el vínculo humano puede ser una fuente inagotable de luz. EXCELENTE… (Meche Martínez)


PREMIO ARTEI 2024

Dramaturgia: Mariela Asensio

Actúan: Mariela AsensioCristina Maresca

Vestuario: Gus Alderete

Escenografía: Giuliano Benedetti

Iluminación: Matías Sendón

Audiovisuales: Mariela Asensio

Diseño gráfico: Mariela Asensio

Asistencia de dirección: Emanuel González

Prensa: AGENCIA AB - Alejandra Benevento

Producción ejecutiva: Antonella Schiavoni

Dirección: Paola Luttini

 

Teatro El extranjero

Valentin Gomez 3378, jueves 20:30 hs

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