jueves, 28 de octubre de 2021

Yo nena yo princesa -la película-

 
Eleonora Wexler (voz) Personaje: Gabriela Mansilla. 


Yo nena yo princesa (Federico Palazzo)

Quizá arrancaría por enaltecer el mérito que tiene realizar una película como esta con tanto compromiso social. Tal vez, la observación de esa madre tan particular, empeñada en que su hija sea feliz, en saber qué le ocurre, en qué era lo que le estaba pasando, y que se vea en pantalla gigante, es otro lauro para el director Federico Palazzo que eligió este libro de Gabriela Mansilla, como eje inspirador para contar esta historia.

Nadie puede imaginar lo que ocurre con esa niña dentro suyo. Pienso en todas las chicas trans de hoy que cuentan lo que ha sido elegir la muñeca a escondidas y no querer nunca patear esa pelota, que la sociedad machista le obligaba, tras la creencia de que este objeto se definiría.

Tantas veces han contado eso de arrastrar los tacos de su mamá en silencio, hasta que los descubrían y el correctivo menor era un cachetazo, otras épocas tal vez.

Una expresión más piadosa fue la del padre a una hija joven trans, “yo no quiero que por ser hombre, te maten porque estas así disfrazado”, contó una vez Lizzy Tagliani.

Y sí bien el “hombre” y el “disfrazado” puede resultar ofensivo, pero el temor de ese papá a que maten a su hijo, conmueve.

De ahí la importancia de “Yo nena yo princesa” y que sea vista esta película reparadora para tantas. La historia es de un niña trans desde su infancia, y lo significativo que es tener el documento que acredite el género que lo identifique.

Juan Palomino (voz) El padre.

Federico Palazzo trabajó en base al libro de Gabriela Mansilla, que narra esta historia real. El trabajo sublime que realizaron los actores Eleonora Wexler y Juan Palomino interpretando a los padres de “Luana”, la protagonista de esta casi biografía, es de destacar. No solo realizaron una composición al nivel actoral que nos tienen acostumbrados, sino que también, en este caso, se  interiorizaron de tal modo que hasta compartieron tiempos con la realidad vivida por estas familias. Ellos también pusieron el cuerpo para comprender el corazón de esta historia.

María Onetto, interpreta a la psicóloga primera que consulta esta familia, para ver qué le ocurre. Su actuación es tan sostenida, esos gestos rígidos como en la dureza de esa verdad muestra una maravillosa actuación.

Lidia Catalano en su rol de abuela, intenta ayudar desde su desconocimiento y desorientación total, es quien comprende a su hija Gabriela desde lo profundo y se esfuerza por ver como colaborar. Rol muy bien caracterizado por esta gran actriz.

Otra actuación a destacar es la de Valentina Bassi, en su personaje es vehículo amoroso que suma al camino de la madre hacia una solución real, y sin maquetas así lo muestra, muy buena composición.

La película muestra con exactitud la desidia de hospitales, médicos, jardines de infantes, y ni hablar de familiares y pares. Detona una profunda tristeza. Hasta Luana que no recibió su nuevo certificado de nacimiento y su DNI, no había posibilidad de cortar con ese dolor y ese sufrimiento a ella y a esa familia.



 María Onetto (voz) La psicóloga


Eleonora Wexler y Juan Palomino en ambas composiciones como padres de Luana, generan una comprensión y una empatía absoluta, por oposición (el padre) y por aceptación (la madre). Esto no es ni mínimo ni poco, porque eso se necesita en este tipo de vivencias humanas cinematográficas, poner en valor la verdad mas cruda y elegir el lugar como espectador desde la experiencia. Uno comprende la reacción del padre exacta y real brillantemente actuada por Palomino, aunque no comparta el pensamiento del personaje.

Eleonora Wexler en la piel de Gabriela Mansilla, contagia la necesidad de saber qué ocurre desde lo profundo. Cuando sabe, con sabiduría abraza a la ya hija que reconoce como propia. Y cuando ve que no alcanza, va más allá por sobre el fundamentalismo religioso, el machismo, esos médicos que desconocen de biologías y la educación que se niega a integrar… o se negaba. Gracias a la sutil y perfecta composición de Wexler, se logra por momentos comprender la causa que abrazó esa madre (Gabriela Mansilla)  que le tocó  esta experiencia en la vida, y la actriz le pone el cuerpo sin red para que se entienda el dolor, el amor materno y la realidad más dura que viven las infancias trans. Varias escenas quedan en la memoria y se vuelven inolvidables si reconocemos que esas vivencias son tan tremendas.

Valentina Bassi (voz) Tía de Luana


Isabella, la niña trans que interpreta a Luana le pone tanto corazón y tanta alma a este personaje, es adorable desde donde se la vea. Además, cuenta la historia con tanto detalle desde las miradas, las acciones y los movimientos, ella expresa amor porque en este film también es su causa la que abraza.

Quiero destacar una escena que incluye una actuación pequeña y sublime de Claudio Da Passano, es cuando la madre va a Casa de Gobierno, y le entrega una carta a este seguridad tan sensible, para que se la dé a la entonces Presidenta de la Nación. Con la mirada conmovida y sus labios apretados, este personaje sostiene el pedido de esa madre que ni más ni menos “ruega” en palabras escritas por la identidad de su hija.

Los derechos nacen de necesidades pero los actores y artistas como los nuestros, mediante sus actuaciones, lo expresan más claramente, y son nuestro orgullo.

“Yo nena yo princesa”, no es una película más, pasará el tiempo y habrá que consultarla para comprender, entender, debatir, abrazar y aceptar la realidad de las infancias trans aquí y en el mundo. Excelente, para ver mas de una vez (Meche Martínez)

 

 Yo nena, yo princesa. Nuestra opinión: EXCELENTE!

Dirección: Federico Palazzo. 

Elenco: Eleonora Wexler, Juan Palomino, Isabella G.C., Valentino Vena, Valentina Bassi, Lidia Catalano, Mariano Bertolini, Paola Barrientos, Irene Almus, Paula Morales, Ana Celentano, Héctor Bidonde y María Onetto.

Estreno en salas de cine de Argentina

 

 

 

 



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