jueves, 16 de julio de 2020

Vivo Bitácora Life - María José Gabin

Hace un tiempo la entreviste en su casa, hoy lo hice por Instagram y fue el mismo lujo, la misma alegría.. Hoy comparto la última y la primera, en las dos encuentro lo mismo, coherencia.


Pasen y lean, no se la pierdan

Desde el encuentro… en la vida
 


A veces uno se cruza con gente en la vida que sabe, tiene mucho por decir, mucho por expresar, mucho por sentir… entonces, uno busca esa gente para diga, se expresa, sienta pero para muchos, porque su voz es muy necesaria.
María José Gabin es una de esas mujeres donde si se le pregunta, se sabe que detrás de la ironía, del humor negro, de la inteligencia, hay un profundo mensaje que sabe transmitir, y lo importante es que ese mensaje queda en el corazón, porque las voces son de muchos.

-¿Se atrevería a definirse?
Preferiría no tener que definirme. Definirme implica estancarme, algo de lo que por lo general escapo. Lo que podría es dar características acerca de mi persona: Incontrolable, indomesticable, salvaje, entusiasta, obsesiva, tenaz, persistente hasta cierto punto, metódica, caprichosa, malhumorada, poseedora de un humor negro que a veces se sale de cause, creativa, multifacética, contradictoria, irreverente, indefinible.

-¿Cuándo la gente la ve, qué piensa de usted?
Esta es una loca capaz de cualquier cosa. Bien, se equivocan.

-¿Qué clase de artista es usted?
Me gustan muchas áreas del arte, especialmente la literatura, el teatro, el cine y la plástica. Por eso escribo, leo, he bailado mucho y me dedico a la actuación desde hace casi 30 años. Lo que más me cuesta es llevarme con el sistema, por eso siempre mantengo una relación cercana con los márgenes que me da sensación de libertad.

-¿Tiene enemigos?
A nadie le gusta hablar de enemigos, aunque desgraciadamente he tenido que cruzarme con gente mala que parece disfrutar de hacer el mal.

-¿Cuál es el colmo de la infelicidad?
Buscar la felicidad como objetivo.

-¿Qué la descompone de rabia?
La injusticia.

-¿Dónde le gustaría vivir?
En un paraíso idílico, inexistente, en medio de la naturaleza, con montañas, selva, bosque y lagos con una temperatura constante de 25 grados, una librería muy bien abastecida a la vuelta de la esquina y un cine programado por mí, pasando el cerro.

-¿Su ideal de felicidad terrenal?
Poder hacer lo que me gusta, que por suerte es más de una cosa: actuar, dirigir, escribir, moverme, cantar, filmar, cortar y pegar, descansar y que ¡¡nunca suene a trabajo!!

-¿Qué cualidad prefiere en el hombre?
El compañerismo.

-¿Qué cualidad prefiere en la mujer?
La capacidad de escuchar, en lo personal. Pero como género, su capacidad de lucha.

-¿Algún problema doméstico?
Me llevo muy bien con lo doméstico. Lo uso para mantenerme en forma, descansar de mis otras actividades, desarrollar mi creatividad práctica. Me gusta cocinar, cocer, tejer, ordenar y porqué no fregar enérgicamente. Lo único desagradable es limpiar los baños. Pero me conformo pensando que hay gente que vive para trabajar.

-¿Su virtud preferida en los demás?
El entusiasmo.

-¿El rasgo principal de su carácter?
La independencia.

-¿Qué es lo que más aprecia en sus amigos?
Que me soporten.

-¿Su defecto principal?
Decir lo que me pasa, muchas veces sin medir las consecuencias.

-¿Qué te reconcilia con la vida?
La vida es una permanente reconciliación consigo misma.

-¿Qué es la lujuria para usted?
Comerte el segundo plato.

-¿Su sueño de felicidad?
Escapar de la rutina.

-¿Cuál es su lema de vida, su diario, su pensamiento cotidiano?
Me gusta algo que dijo Enrique Jardiel Poncela, (escritor español que me acompañó durante un momento delicado de mi infancia, especialmente “El libro del convaleciente”) Él dijo: “Donde la risa acaba, empiezan las tinieblas”. Aunque no siempre alcanzo el objetivo, me gusta tener la frase como llamador de ángeles.

-¿Y el amor?
Lo que más me gusta del amor es su capacidad de transformarse en otras cosas a medida que la vida pasa.

Agrega una frase que quieras compartir con nuestros lectores y te represente.
Se trata de una tautología, figura literaria que expresa lo mismo de otra manera: “Yo soy yo y nadie más”
Y agrego otra que decía acerca de mí, mi padre, que también muestra su sentido del humor: “La única vez que me equivoqué, fue cuando creí que no tenía razón”

María José Gabin



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