El arte
en cualquiera de sus expresiones, es un modo de canalizar la vida. El ser
humano, en su más profunda búsqueda, llega a veces a encontrarse con distintas
disciplinas, entre ellas, las artísticas, y así desentrañar el campo de desarrollo
personal o simple y más sencillamente, reencontrarse a tiempo.
¿Por
qué el arte? Porque en esa parte de la búsqueda de la liberación del
pensamiento y el inconciente, se encuentra la libertad personal, mental y por
ende, la apertura intelectual. No alcanza solo con consumir miles de libros,
sino de ahondar la forma y así procesar e internalizar la información recibida
por todos los emergentes externos.
¿Esa
capacidad es innata? ¿Se puede despertar? ¿Se podrá entrenar?
Esta aptitud
está en nosotros, pero debemos movilizarla si queremos ampliar nuestros
talentos. Hay miles de expresiones que nos suman, algunas, más específicas como
el teatro, el canto, la expresión corporal, la danza, el baile, esas
actividades nos ayudan a desplegar el cuerpo, la voz personal que nos es propia,
recursos que desconocemos y sumarán ampliamente a la comunicación con el otro,
con los otros y así potenciar las maneras de vincularnos.
Otra
forma de comunicación es la utilización del buen uso del lenguaje, también se
sugiere integrarlo, trabajar más el modo de decir, de comunicar, de
relacionarse. El lenguaje gestual y corporal más la buena oratoria colaboran para influir en
los demás. Hay que fijarse el cómo y el por qué digo. Habría que esforzarse por
ser coherente en la vida con aquello que pienso, digo y expreso con el cuerpo.
Tu
cuerpo habla… habla y escribe, y la palabra escrita, puede ser otra forma importante
de liberar el pensamiento, despertar el inconciente y expresar en palabras esa
historia que dijiste, siempre valía la pena contar… además lo escrito puede
corregirse, lo verbal a veces no hay modo de repararlo.
Otro método
interesante para tener en cuenta es el yoga, que suma y ayuda a profundizar la
conciencia y estimular la espiritualidad.
Lo más importante
es que los docentes a los que entregues tus ganas y tus emociones, ya que el
arte se trata de un estímulo vivencial, sean formados, que lo hagan con
seriedad, que estén en actividad y actualizados, que elijan dar conocimientos con
la enorme pasión de trasmitir y devolver lo recibido.
La
docencia es eso, un dar y recibir con generosidad, ahí está la verdadera
revolución humana. El arte como sendero es el mejor camino que cada uno puede
animarse a recorrer, compartir con otros es la mejor propuesta y sumar así a
una sociedad más sana.-
Meche Martínez
martinezmeche@hotmail.com
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